El Chindú Disfruten la historia del Chindú Había una vez un niño que acababa de nacer.Su nombre era Imbálu.Vivía en China era el tercer hijo.La familia había roto la ley ,un día el papa se fue a pescar con el bebe Imbálu que apenas tenía 5 dias de nacido,el papá estaba pescando en mar abierto el papá traía una caja un poquito grande entonces el papá por miedo de que lo maten metió al bebe en la caja y lo dejo en el mar. Después de 2 años ya que
“Espalda erguida, frente en alto y mirada hacia delante. Así hay que caminar, como en la vida” me digo a mí mismo mientras la banda de la caminadora eléctrica pasa por debajo. Sin embargo, no logro impedir bajar la mirada hacia mis piernas que avanzan decididas. Zancadas largas y firmes que sustituyen a pasos temblorosos e inseguros de no hace mucho tiempo. De cuando en cuando se cruza un pie delante del otro, pero corrijo de inmediato, no sin tener que apoyar ligeramente la mano en el brazo de la
Hace unos días, en esta descarriada Ciudad de México, una ama de casa de clase acomodada escuchó el sonido de sirenas. A la puerta de su casa llegaba una patrulla con dos agentes que comenzaban a discutir con un peatón. Pasados varios minutos, preocupada, pues comenzaban los jaloneos y empujones, y se acercaba la hora en que llegarían los niños del colegio, la mujer decidió salir a persuadirlos de que discutieran en otro lado. En la calle, se encontró con los tres personajes. Los guardianes del orden, desaliñados y mascando
Todos los sábados. Pocos eran los fines de semana que faltábamos a la cita, aunque en una familia de 10 hijos y 42 nietos, el quórum siempre era suficiente para que se acabara la olla de arroz y el pollo con mole. Algunos fines de semana variaba el menú, en vez de arroz, se servían frijoles Daban las cinco en punto y los tíos se sentaban al dominó, las tías, al poker, una docena de primos a ver el fútbol en la tele dentro del mismo salón y otros al
A simple vista, este felino parece ser un gato común, no obstante, su singularidad estriba en un aspecto que va mucho más allá de los atributos conocidos de los félidos. Todos estos mamíferos conservan una especial aversión al agua, evitando su contacto a como dé lugar. Aunque nuestro gato pardo no es la excepción, la reacción al encuentro con el vital líquido difiere sustancialmente del resto. Tan sólo basta que alguna parte de su cuerpo haga contacto, para que a partir de ahí, la piel, con todo y su espeso